Destiny's Children: A Legacy of War and Gangs

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La historia de Carlos, Parte 1

CARLOS: Yo realmente no creo que existe un destino. Yo creo que es más un motivo de influencia.

Cuando Carlos tenía once años, su familia se estaba muriendo de hambre. Carmen, su mamá, no tenía mas opción que enviarlo a un orfanatorio con su hermano que era cura. Ella pensó que al menos tendría comida y podría estudiar. Pero la escuela estaba en el corazón de la zona conflictivo. El tío de Carlos tenía que esconderse porque el ejército de Guatemala estaba matando sacerdotes católicos, porque supuestamente eran Communistas. Carlos se quedó solito. Se sentía triste; tenía rabia y estaba enojado con el mundo. Cuando tenía trece años se integró a una pandilla.

CARLOS: Me hice pandillero porque me influencié por los pandilleros. Entonces yo creo que el destino uno mismo se lo construye.

CARLOS: Yo recuerdo muy bien cuando estaba viendo los nombres de los desaparecidos en el parque central en Guatemala. Yo lo siento porque yo viví parte de eso. Llegaron gente desconocida y fueron a matar al director de la escuela donde yo estaba estudiando. Y todo el mundo se dió cuenta cuando lo mataron verdad.

CARLOS: Yo recuerdo muchas veces que mi mamá me cuenta como ella veía como mataban a la gente cuando les decapitaban, cuando les quitaban partes del cuerpo. Realmente me da mucha tristeza pensar en que todo esta gente indígena haya sufrido tanta injusticia y hasta ahora, actualmente olvidado.

CARLOS: Regularmente en cada reunión, en cada meeting, siempre tiene que haber un arma o tiene que haber un balde, que es un cuchillo. Era más por defender el punto en donde uno camina, en donde uno domina.

CARLOS: O sea cuando veo las armas realmente no me parece cosa del otro mundo, lo veo en una pandilla normal. Anormal es cuando no lo tiene. Porque tiene que defenderse, de una u otra forma tiene que defenderse.

CARLOS: Tu grupo es tu familia. Que estás marcando la ley del más fuerte, o sea. O le damos en la madre a alguno de ellos o nos dan en la madre a nosotros y vas a estar así todo el tiempo, o sea. Nunca vas a saber quién es quién.

Carlos visita a San Pedro Jocopilas en Quiché — el pueblo donde él vio muchos abusos de derechos humanos como niño. Cuando salió de San Pedro Jocopilas se integró en una pandilla.

CARLOS: Recuerdo que cuando estuve en ese lugar precisamente, nunca tuve la atención de nadie y quise alejarme totalmente de este lugar, porque me traía malos recuerdos — tantas muertes y tantas cosas.

CARLOS: A veces es como un trauma psicológico que a uno le entra y pensar en que yo me tengo que morir porque pertenzco a un barrio.

Muchos de los amigos de Carlos de esta fotografía están muertos.

CARLOS: Cuando veo este chavito, verdad, porque realmente es un ixto (niño en lengua Quiché) verdad, pensaría en que su papá estuvo en el Pavón (prision), su mamá estuvo trabajando en la terminal en un barrio pobre y sus hermanos más grandes pertenecían a una pandilla. Eso es el círculo vicioso. No puedes salir cuando sos el menor, no puedes salir de este círculo.

CARLOS: Definitivamente nunca va a poder salir de este círculo excepto que él sea un santo, y él puede pensar diferente. Pero es ese círculo en que él está rodeado y por lo tanto no puede salir.

Despues de esta conversación, Carlos supo que “Spike,” éste niño con sus brazos tatuados, fue asesinado. El tenía once años cuando yo hice esta fotografía y doce años cuando murió.

CARLOS: Me gusta visitar los lugares olvidados porque… tal vez porque yo vine de un lugar de éstos.

CARLOS: No tal vez, no. Vine de un lugar olvidado: un lugar en donde no hay agua, no hay comida, en donde muchas familias lo única que comen es un elote de maíz en todo un día.

CARLOS: Esas personas se sienten muy alegrados cuando llega alguien a visitarlos ellos se sienten: “Ah, qué ahuevo, se acordaron que nosotros existimos.”

CARLOS: Lo que me puedo recordar en este momento es mi abuela madriándome. Te entra por un oído y te sale por el otro o te lo guardás pero nunca lo hacés.

CARLOS: Las cosas de cambio o seguir en lo mismo, nacen de uno.

CARLOS: Pienso y reflexiono muchas cosas. Creo si yo hubiera seguido con esta misma fuerza con lo que ahora me veo allí, no se si hoy existiera o ya no, verdad.