Deportación

Deportación se refiere a la expulsión de una persona o de un grupo de personas de un lugar o país. La deportación ha sido usada como una herramienta de castigo por el gobierno a través de la historia para exiliar o para forzar reasentamientos. Inglaterra deportó disidentes religiosos y criminales a las colonias que luego se convertirían en Estados Unidos. En el siglo XX Stalin y Hitler usaron la deportación como herramienta de limpieza étnica y genocidio.

Alex Sánchez de Homies Unidos en una manifestación protestando las políticas de deportación que enfrentan no solo los centroamericanos pero también los cambodianos.

Estados Unidos también ha usado la deportación en masas para forzar reasentamientos de los nativos americanos, para internar a los japoneses americanos y para expulsar a los inmigrantes mexicanos. En la Década de la Traición, Balderrama y Raymond Rodríguez hicieron una crónica de la deportación de 1 millón de Mexicanos de Estados Unidos durante el fervor anti-inmigrante de la Gran Depresión. Se estima que hasta un 60 por ciento de aquellos deportados eran ciudadanos norteamericanos. Después en 1954 el gobierno norteamericano implementó otro programa de deportación masiva llamado “Operación Mojado.” Aunque las cifras son discutibles, el Servicio de Inmigración y Naturalización argumentan orgullosamente haber repatriado 1.3 millones de indocumentados mexicanos, muchos del estado de Texas.

Estos incidentes fueron sólo dos episodios de una flujo y reflujo constante de repatriaciones mexicanas que ocurrieron en olas desde el tiempo de la guerra de México con Estados Unidos. Las personas que fueron deportadas eran muchas veces estigmatizadas y quedaron sin nombre en la prensa norteamericana. Era leer una nota de prensa sobre la colisión de un avión en el que los trabajadores bracero de origen mexicano eran descritos como “sólo deportados”, que motivó el famoso cantante americano Woodie Gutherie para escribir la canción: Plane Wreck at Los Gatos, también conocida como El Deportado.

Grupos en pro de los derechos de los inmigrantes protestan las políticas que han debilitado los derechos de los no-ciudadanos y que han amenazado en negarles el acceso a la educación o al tratamiento médico a niños indocumentados. © Donna DeCesare, 1994

El artículo 18 del estatuto de Naciones Unidas, el Proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y Seguridad de la Humanidad de 1996, cita a la deportación arbitraria o forzada como un crimen en contra de la humanidad. Irónicamente ese mismo año Estados Unidos pasó una ley que ha debilitado seriamente la protección de los derechos al limitar las auditorias judiciales, que podrían asegurar en contra de la deportación arbitraria. Bajo la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y de Responsabilidad del Inmigrante de 1996, si un inmigrante es detectado de haber entrado de manera ilegal a Estados Unidos, haberse quedado más tiempo del que le permitía su visa, o cualquiera de una larga lista de crímenes, el proceso de expulsión es obligatorio y rápido. Mientras las “deportaciones” permanecieron estables antes de 1996, con un promedio de 20,000 al año, las tasas de expulsión han incrementado en un 309% de 1995 al 2003, de 69,000 a 185,000.

Un reporte realizado en 2008 por el Centro Hispano Pew estimó que 11.9 millones de inmigrantes no autorizados viven en Estados Unidos, componen un 4% de la población nacional y 5.4% de su fuerza laboral. Cerca de ¾ de los inmigrantes no autorizados en el país son de origen Hispano, 70% de México y Centroamérica. Datos sobre las expulsiones realizadas en 2003 muestran un impacto desproporcionado en los inmigrantes mexicanos y centroamericanos. Aunque también representaron aproximadamente 70% de la población indocumentada en 2003, personas provenientes de—México, El Salvador, Guatemala y Honduras representaron 89% de las expulsiones de ese año.

Alex Sanchez esperando los resultados de su caso de deportación en el centro de detención de inmigración Terminal Island. © Donna DeCesare, 2000

Alex Sanchez Jr. de 6 años detiene un poster diseñado por Homies Unidos, una organización de prevención de violencia, luchando en contra del caso de deportación de su padre — un activista y ex-pandillero — a manos del gobierno. © Donna DeCesare, 2000

Human Rights Watch se muestra preocupado por el sufrimiento humano de los inmigrantes y de sus familias en su reporte, Separados a la Fuerza (por los números) publicado en 2009. Un sorprendente hallazgo–dada la controversia sobre inmigración—es que las estadísticas disponibles indican que sólo 24% de aquellos que fueron deportados fueron procesados por entrar sin autorización a Estados Unidos. Algunos crímenes, que serían considerados como delitos menores para un ciudadano, convierte a los residentes legales vulnerables a la deportación.

Daños causados a niños, esposas o a otros seres queridos son inestimables. Desde 1977 más de 1 millón de familiares han sido separados por la deportación. Setenta y dos por ciento de los inmigrantes que fueron separados de su gente y del lugar al que consideraban hogar—sufrieron de este castigo por ofensas no violentas.